Hace días visité Puebla, uno de los destinos con más iglesias de todo el país. Este viaje me hizo recordar cuán importante es el catolicismo en México.
Las iglesias no solo son visitadas por miles de religiosos, sino también por los turistas que tenemos el deseo de admirar su belleza arquitectónica y su impacto histórico y cultural.
Al no ser una persona religiosa, no estoy muy familiarizado con sus normas o costumbres. Sin embargo, en cada viaje (sobre todo en ciudades coloniales) he ido aprendiendo un poco más. Aquí te comparto un poco de ese conocimiento…
Sigue las reglas
Lo primero que tienes que saber es que la mayoría de las iglesias cuentan con un reglamento en la entrada, algunas con lonas, otras impresiones o ya de plano cartulinas escritas a mano. Tómate el tiempo para echarles un ojo.
A veces con las prisas uno no se da cuenta de estos letreros, así es posible que nos llamen la atención.
En una ocasión, en una de las iglesias más destacadas de CDMX entré con mi gorra puesta, no di más de cinco pasos cuando un señor ya me estaba diciendo que me la quitara. A partir de ahí me he dado cuenta que en ninguna iglesia se permite entrar con gorras o sombreros.
Respeta
Hay reglas que, con el perdón de Dios, me parecen absurdas, sin embargo no se trata de si nos parecen o no. Simplemente hay que entender que la iglesia es como su casa y ellos ponen las reglas, como visitantes debemos acatarlas.
En Oaxaca, me tocó ver cómo le negaban el acceso a una chica por “exceso de piel”, no recuerdo si fue por el escote o por la falta, pero no pudo entrar. Entonces también considera esa parte, algunas cuidan la vestimenta a algo más “puritano”.
Otras tantas, no permiten tomar ni fotografías ni video, algunas si, pero sin flash para no dañar el espacio.
Da espacio
Lo que sí me parece muy lógico y algo indispensable que todos los viajeros debemos respetar, es no ingresar cuando haya misas. Recordemos qué hay personas que si van a las iglesias con motivos religiosos y hay que darles el espacio que se merecen.
No debemos andar incomodando a los presentes con nuestro andar por los pasillos o distraer al sacerdote por deambular por ahí. Igual si hay alguna ceremonia como una boda o bautizo también recordar que los asistentes tienen tiempo esperando por este momento, no nos estemos atravesando ni metiéndonos.
Otro punto muy importante son los horarios, muchos tienen establecido un horario exclusivo para visitantes. El respeto es clave para que el turismo siga.
¿Qué otro consejo darías a alguien que desee visitar iglesias?