En otras ocasiones te ha hablado sobre las maravillas de Baja California Sur y de las muchas razones por las cuales amo este estado. Este año tuve la fortuna de volver a recorrerlo y esta vez descubrí nuevos lugares, sitios que se quedarán por siempre en mi memoria, uno de ellos es San Ignacio.
Justo al norte del estado, entre Guerrero Negro y Santa Rosalía, se encuentra este poblado donde el tiempo parece no transcurrir, donde se conservan las tradiciones y la paz reina en todos sus rincones.
San Ignacio es un pueblo sencillo y a la vez con mucha magia. Su arquitectura colonial y sus coloridas calles son parte de su encanto. A esto súmale la bella vegetación que lo rodeo, convirtiéndolo en un oasis en medio del desierto.
Sus habitantes son muy amistosos y serviciales, siempre están dispuestos a ayudar al otro, todos se saludan con una gran sonrisa y sus miradas son tan profundas como el azul de su laguna.
Justo en el corazón del pueblo se ubica la Misión de San Ignacio, fundada por los Jesuitas en 1728, esta construcción es impresionante tanto por fuera como por dentro y es considerada como una de las más bonitas de la región ¡Sin duda una parada imperdible!
A la redonda de la Plaza se encuentran distintos establecimientos donde podrás pasar el rato refrescándote con sus helados o una bebida, degustar el delicioso pan regional de dátil o simplemente detenerte a disfrutar de la tranquilidad que se respira.
En uno de sus restaurantes había música en vivo, un señor que con su guitarra te atrapaba y transportaba a la época del México de Oro, el soundtrack perfecto para San Ignacio.
Uno de sus principales atractivos es la Laguna San Ignacio, la cual forma parte de la Reserva de la Biosfera El Vizcaíno, declarado como Patrimonio de la Humanidad, es un santuario natural para las ballenas que año con año regresan al lugar que las vio nacer.
La Laguna se encuentra a aproximadamente 55 kilómetros de San Ignacio, el trayecto en sí mismo es una asombroso, sus paisajes dejan boquiabierto a cualquiera. En el camino encontramos estanques de distintas tonalidades y por supuesto no dejamos pasar la oportunidad de tomarnos la foto del recuerdo.
El avistamiento de ballena gris se puede apreciar durante los meses de Diciembre a Abril. Este espectáculo es uno de mis momentos favoritos en la vida, el simple hecho de verlas en su habitad es impresionante ¡Y el que se acerquen a ti es WOW!
En el transcurso del tour te contarán más sobre esta fascinante especie y sobre la importancia que tiene la laguna. Yo fui con Ecoturismo Kuyima, muy recomendados, además ellos mismos ofrecen otros tours como el de Pinturas Rupestres, las cuales tienen cerca de 6 mil años de antigüedad.
San Ignacio es perfecto para pasar unos días lejos del bullicio de la ciudad y dejar ir las preocupaciones, existen varias opciones de hospedaje e incluso zonas de acampar. Hay para todo tipo de presupuestos.
¿Qué es lo que más te gustaría hacer en San Ignacio?