Como te contaba en la primera parte de esta entrada, nunca había visitado Puebla antes y todo me parecía fascinante.

Emprendí este viaje sin ninguna planeación previa y todo plan fue surgiendo sobre la marcha. Aquí te contamos sobre la segunda mitad de esta aventura.

Día 3:

El tercer día de la aventura nos levantamos muy temprano para disfrutar de las últimas horas en la Ciudad de Puebla. Vimos los primeros de luz en el Centro Histórico y mientras nos dirigíamos nos dirigíamos a un mercado nos topamos con los famosos triciclos con tortas de tamal.

No pudimos resistirnos y nos comimos unas “para el camino”, a sólo $15 pesos. Luego llegamos al Mercado del Carmen, un mercado que me habían recomendado bastante, tristemente no había mucho que ver, ni siquiera estaban abiertos ni la mitad de los puesto.

Un lugarcito llamó nuestra atención y pedimos un Taco Placero “nomás pa’ probar” y para nuestra sorpresa estaba enorme, fácil salían 3 o más tacos de ese plato. Lo más impresionante fue el precio, sólo $45 pesos. En definitiva, en Puebla se puede comer abundante y súper accesible.

Más tarde visitamos los lugares emblemáticos que nos faltaban, como la Catedral y el Museo Amparo, donde pasamos buen rato, el cual no tiene costo y está enorme.

Llegamos a la Casa de la Cultura, por suerte había una orquesta que tocaba increíble, por un momento nos transportamos en el tiempo, todos disfrutando de su música, sobre todo los adultos mayores. Nos comentaron que todos los fines de semana hay música en vivo de distintos géneros en este recinto, de hecho, cuando la orquesta terminó de tocar, siguió un grupo de rock.

En el segundo piso se encuentra la Biblioteca Palafoxina, otro punto de interés en Puebla. Con un costo de $42 pesos puedes admirar este espacio lleno de historia y conocimiento.

Por último, tomamos un Uber para visitar el Museo de la Evolución, el cual cuenta con cuatro salas de exhibición y tiene un costo de $42 pesos. Muy padre, especialmente para los niños.

Dia 3.5:

De ahí tomamos nuestras mochilas para seguir con la ruta del viaje. Nos fuimos de la ciudad de Puebla a Cholula en Uber, pudimos haber tomado transporte público pero andábamos muy apresurados, pues googleamos la pirámide y decía que cerraban a las 5:00 pm, además de que no abrían los domingos (Spoiler alert- Luego supimos que se refería únicamente a la Zona Arqueologica). Teníamos que llegar corriendo sí o sí.

Dejamos las mochilas en el hostal que rentamos por Airbnb y nos fuimos casi corriendo. Llegamos directo, sin averiguar nada y pagamos $85 pesos por entrar a la zona Arqueológica, ese mismo ticket te da acceso a un museo.

Esta zona arqueológica me pareció interesante, pues nunca había visto pirámides así, tan enterradas, por lo que me gustó. En realidad, el lugar cierra a las 6:00 pm, lo que nos dio tiempo suficiente para recorrer la zona tranquilamente.

Después caminamos y fuimos al museo incluido, ese si no me gustó nada, ni me llamó la atención lo exhibido y el personal tiene un enorme tache en el servicio. En cuanto entramos “¡¿Traen boleto?!”, ni las buenas tardes nos dieron. No le veo caso ir.

De ahí subimos a la cima para llegar a la iglesia. En ese punto descubrimos que no es necesario pagar la zona arqueológica para poder subir, la entrada es libre de 7:00 am a 7:00 pm. De hecho en parte del camino puedes ver la zona arqueológica, incluso me atrevería a decir que desde un mejor ángulo.

La vista es increíble, no solo puedes ver todo el lugar, también al Popo desde el horizonte. De los mejores spots para las fotos del recuerdo.

Para terminar el día nos fuimos a cenar a unas de mis pizzas favoritas Pizza Perro Negro y comimos delicioso.

Dia 4:

Nada como arrancar el día desayunando delicioso, por eso nos fuimos al Mercado Municipal de Cholula, un espacio súper colorido y repleto de sabor. Ahí había varios puestos de comida y optamos por unas quesadillas.

Acto seguido, tomamos el transporte público hacia Atlixco de las Flores, basándonos en las indicaciones de los locales. No fue nada complicado, fueron un total de dos camiones, $25 pesos y menos de una hora para llegar.

Instantáneamente  Atlixco de las Flores se convirtió en uno de mis pueblos mágicos favoritos hasta el momento. Sin duda es de los más coloridos y llenos de vida que he conocido. Pasamos toda la tarde ahí y visitamos algunos de los atractivos más emblemáticos del lugar.

De regreso a Cholula comimos en el Zócalo y volvimos a subir la pirámide para ver el atardecer. Ojo: Se cierra a las 7:00 pm y comienzan a bajar a todos poco a poco, con el horario que había cuando fui, apenas y se alcanza a ver la puesta del sol.

Finalizamos el viaje con unas últimas fotos del recuerdo y una breve caminata nocturna. Al día siguiente, a primera hora, tomamos el vuelo de regreso dando fin a estas mini vacaciones.

Sin duda, visitar Puebla fue una buena decisión, es un estado hermoso con mucho que ofrecer, donde seguro volveré.

¿Qué es lo que más te gusta de Puebla?

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