Los cenotes son un gran atractivo de la Península de Yucatán, siendo el Cenote Suytun uno de los más visitados.
Seguro has visto su imagen con anterioridad, yo lo “conocía” y no sabía su nombre, pues es uno de los más fotografiados y está por todas las redes sociales e internet.
El Cenote Suytun se localiza a 20 minutos de Valladolid, Yucatán. Llegar ahí es sencillo, solo basta con tomar la carretera y seguir el mapa o los señalamientos.
Para mi primera visita seguí las recomendaciones de Alistando Equipaje, donde nos recomienda llegar muy temprano para poder disfrutar del Cenote Suytun con poca gente.
El Cenote abre a las 8:00 am, nosotros llegamos a las 9:00 am. El estacionamiento es gratuito, a esa hora solo había un par de autos y varios espacios disponibles.
Nos dirigimos a taquilla donde nos cobraron $80 pesos por persona y nos explicaron que eran dos cenotes, uno solo para fotografías del lado derecho y el famoso del lado izquierdo, donde puedes pararte en su plataforma para la foto del recuerdo e incluso nadar.
Caminamos unos cuantos metros hasta llegar a la entrada del cenote, ahí te preguntan si deseas nadar y de ser así tomar un chaleco salvavidas ya que su uso es obligatorio. A pesar de que había letreros donde decía que el costo de renta era de $30 pesos, nos mencionaron que ahora es gratis.
Al descender por las escaleras se podía ir apreciando el cambio en la temperatura y el misticismo del lugar. Una increíble formación rocosa con un pequeño agujero en el centro de su techo, por el cual entra un rayo de luz natural estaba frente a nosotros.
Éramos aproximadamente unas 10 personas turnándonos para tomarnos fotos en la plataforma y después de una breve sesión agarramos valor para nadar.
El agua estaba súper helada, tan fría que incluso el principio fue doloroso, sin embargo el ver a los peces oscuros nadando a tu alrededor y la posibilidad de apreciar el lugar desde otros ángulos me motivaba a seguir rodeando la plataforma.
Al pasar casi una hora ahí abajo optamos por continuar hacia el otro lado del cenote Suytun que aún no visitábamos. En la salida vimos cómo unos bailarines se preparaban pintando sus cuerpos para el próximo show, el cual decidimos no esperar para seguir con nuestro road trip.
Cuando nos acercamos a la entrada estaba sorprendido, con tan solo 60 minutos transcurridos el cambio en el lugar era impactante, de estar vacío y tranquilo se había convertido en un sitio repleto de turistas, para las 10:00 am habían llegado seis autobuses turísticos con cientos de visitantes de todo el mundo entrando al mismo tiempo, estaba tan contento de haber ido temprano y agradecido de seguir las recomendaciones del blog de Glori.
Finalmente llegamos al cenote del lado derecho y era igual de espectacular, un agujero profundo con una vegetación maravillosa que brotaba hasta la superficie.
Sin duda el Cenote Suytun debe ser una parada obligada la próxima vez que andes por ahí.
