Desde hace un tiempo atrás he tenido la fortuna de visitar un par de veces este nostálgico destino. Recorriendo las calles de viejo Vallarta, dejarme refrescar contra las olas del mar en la famosa playa de los muertos y claro ¡Comer! porque los viajes también se conocen por la comida y la verdad que delicia es.
Para mi simplemente hablar de este cautivador lugar, me hace revolotear el corazón. Este singular puerto me engancha por su diversidad y riqueza cultural. Su peculiar combinación entre la tradición, gastronomía y lo cosmopolita que puede llegar a ser, te atrapan hasta llegar al punto de no querer irte nunca de ahí.
Ahora bien, si vamos a hablar de Puerto Vallarta, llegaron al lugar indicado [Favor de tener cuidado, están a punto de leer una serie de recomendaciones no básicas para el público en general sobre este hermoso puerto, por lo cual alguna información podría estar sesgada por el amor que le tengo].
RECORDAR PARA VIAJAR A PUERTO VALLARTA
Primer recuerdo:
Tengo muy presente el día que llegué por primera vez, estaba en un viaje familiar que literalmente Vallarta se presentó como: amor y compromiso . Los pongo en contexto, mi hermano tenía una semana de haber contraído matrimonio y mi primo estaba por hacerlo en esta conmovedora playa. Entonces tal cual se respiraba “Love is in the air” que hasta en la zona donde nos hospedamos, y donde sucedía todo la celebración del matrimonio era a muy pocos pasos de la playa de los muertos en la denominada “Zona romántica”. Una de mis zonas favoritas donde podrás percibir desde vientos cálidos de pueblo hasta deslumbrar con brisas de glamour.
Segundo recuerdo:
Soy una persona completamente mañanera. Amo despertar temprano y más si estoy en un destino de playa. Tomar una ducha y correr por querer ver la ciudad en su momento de arranque es un placer friki para mí. Esas horas donde ves llegar a los dueños de su negocio preparando el café, el olor a chilaquiles recién hechos y parejas de todas las edades paseando a su perro o practicando ejercicio a las orillas del Malecón. Para mi eso es un imperdible. ¡Sal a caminar.! Ya sea por Viejo Vallarta, el mercado de pueblo viejo, el malecón, o la zona comercial. Es un goce disfrutar esa mirada matutina.
Tercer Recuerdo:
El día que me dije a mi misma “Tenemos destinos repetibles, y Vallarta es uno de esos”. Estaba en la mañana de mi hotel Bungalows Janitzio (para más información contactarme) y la dueña del lugar nos invitó a conocer Yelapa una pequeña playa a no más de 20 minutos de Puerto Vallarta. Un destino de excursión, donde te tienes que ir preparado para caminar un poco, dejar caer el agua de cascada sobre tu cabeza y tomarte un buen coco para terminar de disfrutar el día ahí con una puesta de sol, si completamente melosa. Lo mejor de todo es que si te encanto el lugar como fue mi caso, te puedes hospedar una noche ahí por no más de $500 pesos la noche con cocina dos cuartos y baño incluidos.
Cuarto Recuerdo:
Soy muy hiperactiva, y un poco adicta a los destinos donde pueda realizar senderismo,
hiking o trekking. Recuerdo el día que me dice un primo, “ponte unos tenis, que hoy caminamos y atravesamos un río para que al final de todo encuentres tu recompensa”. Mi facilidad para decir si, no se vio afectada ante esta propuesta y lo único que dije es ¿A qué hora partimos?
En no más de una hora, ya estábamos estacionando el coche en “Boca de Tomatlán” a 15 minutos de Puerto Vallarta. Lista para, quitarme los tenis y atravesar el río caminando, mojarme mi ropa y llegar al inicio de una ruta por una pequeña montaña con un sentimiento de libertad. Recuerdo que las vistas de ese lugar eran alucinantes la ruta tarda alrededor de unos 30-40 minutos andando con muchas subidas y bajadas, con cierto cuidado para no caer más un fondo musical de aves cantando. Todo para llegar a una pequeña pero arrebatadora playa escondida. Mejor conocida como Colomitos, playa. Un lugar paradisíaco, ideal para desconectar y agradecer las maravillas de la tierra.
Quinto Recuerdo:
Para finalizar este escrito que me transportaron por bellos momentos. Les tengo uno más. Caminar de noche, con destino, claro, esto se imaginan: la fiesta. ¡Obviamente! Puerto Vallarta tiene una vida nocturna emocionante. Desde sólo ir a tomar un par de cervezas a los bares del malecón hasta entrar a centros nocturnos como la Vaquita, Mandala o uno de mis favoritos La Bodeguita del Medio , perfecto para tomar mojitos y disfrutar de música en vivo.
Mariana Sosa “La Chiquitita”
marianam.sosat@gmail.com
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Una forma distinta de viajar, viaja como local.