Después de pasar dos meses de cuarentena en Tijuana, me animé a tomar la carretera y regresar a Los Cabos.
Aunque estaba cómodo con mi familia, tenía tiempo deseando volver a casa, sin embargo, el pensar en el camino o el hecho de que se me pudiera prohibir el paso en algún punto, me creaba una incertidumbre que preferí evitar.
Al ver que la cuarentena se seguía extendiendo me arme de valor e investigué en grupos de Facebook sobre la situación, así que preparé mi van y me lancé a la carretera. Aquí te dejo un resumen de esta aventura:
Nunca había tenido la oportunidad de recorrer Baja California, me sorprendió la belleza de sus paisajes, en su mayoría desierto, sin embargo los contrastes y cambios en el entorno eran notorios.
Distintos tipos de cactáceas y flora, formaciones rocosas y una abundante variedad de fauna siempre estuvieron presentes, nunca había visto tantas liebres y ardillas cómo lo hice ahí.
Hubo momentos en los que estuve al bordo de las lágrimas, todo lucia tan bello que parecía de ensueño, claro que el estar tanto tiempo sin salir de casa influyó, y me quedó claro que cuando podamos volver a viajar nuestras emociones se multiplicarán al máximo.
En un punto del viaje perdí el conteo de todos los filtros sanitarios por los que pasé, fácilmente fueron más de quince.
El más estricto es el de Ensenada, donde no te permiten acceder a la ciudad sin justificar tu motivo, para ellos solo es aceptable de trabajo o médico. Si no te niegan el acceso.
En algunos me tomaron la temperatura, en otros ni siquiera me pararon. En todos me preguntaron que si a qué me dedicaba, qué transportaba y hacia donde me dirigía.
Solo tuve inconveniente con un policía municipal de Loreto, quien me sermoneó por no detenerme “A tiempo”, pues paré un metro después de su ubicación. Los últimos solo me indicaron con sus banderas que avanzara sin parar, así que me había confiado.
En el punto de inspección fitosanitaria al entrar a Baja California Sur fumigan tu auto, su costo es de $20 pesos.
La carretera está prácticamente vacía, son pocos los vehículos transitando por ahí, así que asegúrate de traer tu auto en óptimas condiciones, pues en caso de requerir ayuda te tomará mucho tiempo recibirla.
Yo tuve un incidente y tuve que esperar varios minutos solo en medio del desierto. Te dejo la breve historia en mi Instagram.
¿Te animarías a tomar la carretera durante la pandemia del COVID-19?