La Riviera Maya es un paraíso del buceo, pues además de ofrecer inmersiones en el mar, aquí también puedes descubrir el mundo subterráneo de los cenotes.

Debo confesar que el buceo es una actividad a la cual le tengo mucho respeto, cuando viví esta experiencia hace dos años en Los Cabos, descubrí que me daba pánico el hecho de sumergirme en las profundidades.

En esta ocasión, decidí enfrentar el miedo y hacer un segundo intento, pero esta vez en un cenote, una experiencia distinta pero sin dejar de ser un reto personal. De por sí, los cenotes ya son imponentes, ahora imagínate desde adentro.

La expedición comenzó temprano por la mañana. K & K Diving, nuestra agencia de buceo, pasó a recogernos al centro de Playa del Carmen a las 8:30 am para dirigirnos hacia el cenote donde se realizaría la actividad.

Cuando llegamos y después de instalarnos, nos pusimos los trajes, Kelly, nuestra instructora, preparó el equipo y nos dio instrucciones básicas, desde que hacer si entra agua a tu visor, como ascender y descender, todas las precauciones que debemos tomar y más.

Kelly además de ser una gran instructora, se convirtió en una aliada, pues ella sabía que estaba nervioso y se aseguró de dar confianza y ayudarme a relajarme una vez en el agua.

Nos comentó que los cenotes son excelentes para primerizos ya que tiene bastantes beneficios si lo comparas con el buceo en el mar. Por ejemplo, aquí no hay corriente por lo que nadar es más sencillo, los cenotes son menos profundos, de esta manera no se tiene que lidiar tanto con la presión en los oídos, el cenote que visitamos (Cenote Jardín el Edén) tenía 5 metros de profundidad, la visibilidad es mejor, pues el agua es cristalina, entre otras razones.

Una vez dentro del agua, repasamos las indicaciones, pero esta vez puestas en práctica. A los pocos minutos ya me sentía como pez en el agua, la belleza del cenote era tan impresionante que me atrapó y el miedo se desvaneció.

Había muchos escenarios sorprendentes, en esa temporada había un alga que formaba grandes campos verdes, donde podías encontrar cientos de peces de varios colores, algunos tenían destellos que parecían bioluminiscentes. También había formaciones rocosas increíbles, caídas, vegetación, todo el ecosistema era wow. Sin duda, las fotos no le hacen justicia a tanta belleza. 1,000% recomendado.

Como dice Osho “La vida comienza donde termina el miedo”. Estoy muy agradecido de haberme permitido vivir esta experiencia y descubrir más sobre este mundo maravilloso.

¿Cuándo te animarás a sumergirte en el interior de un cenote?

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