El pueblo mágico de Mascota fue uno de los primeros destinos en mente cuando planeamos visitar Jalisco, sin embargo, desconocíamos qué sería la puerta de entrada a la Ruta la Esmeralda de la Sierra.
Salimos desde Guadalajara en los transportes ATM con un costo de $260 pesos. Tardamos poco más de cinco horas en llegar, pues si bien se consideran tres horas de camino, no estábamos contemplando las paradas del autobús. El trayecto se me hizo eterno, ya que los asientos eran súper incómodos, estaban hundidos y se podía sentir el metal.
Llegamos noche, fuimos directo a nuestro hospedaje, Posada Rubio. Un encantador lugar ubicado justo en el centro del pueblo, a escasos pasos de la central, plaza principal y mercado.
Cenamos, nos bañamos y nos fuimos a dormir para cargar pila para el día siguiente e irnos a explorar parte de la Ruta la Esmeralda de la Sierra.
De Mascota a La Yerbabuena
En la mañana visitamos algunos atractivos turísticos dentro de Mascota, más tarde tomamos un taxi La Yerbabuena, un pueblo famoso por sus lagunas y que habíamos contemplado en algunas fotografías.
Nos tomó 10 minutos y $100 pesos llegar a La Yerbabuena. Una vez ahí, no podía dejar de sentir que era otra parte de Mascota, encontré mucha similitud entre ambos.
Inmediatamente nos dirigimos hacia las lagunas. Son tres las que se encuentran en el centro del pueblo. Más tarde Bardot preguntó a unas señoras locales si se podía nadar en las lagunas a lo que respondieron que sí.
Si bien no íbamos preparados para entrar a agua, el clima y el lugar lo ameritaban. Terminamos nadando en bóxer y refrescándonos en una de sus lagunas.
De La Yerbabuena a Cimarrón Chico
Después, intentamos pedir raite a Cimarrón Chico, el siguiente pueblo dentro de la ruta Esmeralda de la Sierra, quien nos había comentado estaba celebrando sus fiestas.
Transcurrió una hora y no tuvimos éxito con el aventón, justo en eso pasó el mismo taxista que nos había llevado a Yerbabuena. Esta vez nos cobró $250 pesos y tardamos otros 20 minutos para adentrarnos a Cimarrón.
Nos dejó en la plazuela principal, lugar donde se estaba llevando a cabo la fiesta del pueblo. No eran más de 50 personas, todos reunidos en el mismo espacio, algunos comiendo, otros bebiendo, platicando o disfrutando la música.
Nos comentaron que la fiesta del pueblo dura 9 días, cada día hay algo diferente. Ese día nos tocó un grupo de mariachis mujeres amenizando la fiesta y tacos de diferentes guisos.
De Cimarrón Chico a Mascota
Después de pasar un rato en la fiesta, exploramos un poco el pueblo y fuimos a buscar un taxi de regreso a Mascota, ahí conocimos a María de la Luz, una señora local quien también nos recomendó pedir raite, pues solo hay un camino que conecta todos estos pueblos y a fuerza alguien pasaría.
Mientras esperábamos platicamos un rato, nos explicó que celebran a su patrono San Miguel de Arcángel y también nos contó que los habitantes de Cimarrón se organizaban para pagar y hacer todo. Se río de mí porque pensé que lo hacía el gobierno 😆
Una camioneta con un grupo de trabajadores que iban saliendo de la obra se detuvo y nos fuimos con ellos. De regreso notamos que el camino era aún mucho más bello en la parte trasera de una camioneta que dentro de un taxi, se apreciaba todo en una vista casi 360°.
Los hombres nos contaron sobre su vida en el pueblo, nos dieron recomendaciones de que visitar y que comer. En general estos pueblos de Jalisco nos demostraron la amabilidad de sus personas, así como lo buen anfitriones que son.
¿Has visitado algún lugar de la Ruta de la Esmeralda de la Sierra?